Como sabemos, el género epistolar se ha visto reducido en la actualidad prácticamente al ámbito del correo electrónico. Aun así, los alumnos conocen la estructura de una carta y las fórmulas que se emplean en su escritura.
La actividad propone trabajar el género epistolar en situaciones inverosímiles y fantásticas, jugando con la transgresión temporal y espacial. Se trata de escribir una carta cuyo destinatario pertenezca al pasado o al reino de la fantasía o de la ficción.
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